domingo, 24 de enero de 2016
LOS AGUJEROS NEGROS: LOS MAS PELIGROSOS SUCCIONADORES DE ESTRELLAS
Hay dos tipos de agujeros negros: cuerpos de alta densidad y poca masa concentrada en un espacio muy pequeño, y cuerpos de densidad baja pero masa muy grande, como pasa en los centros de las galaxias.
Si la masa de una estrella es más de dos veces la del Sol, llega un momento en su ciclo en que ni tan solo los neutrones pueden soportar la gravedad. La estrella se colapsa y se convierte en agujero negro.
Stephen Hawking y los conos luminosos
El científico británico Stephen W. Hawking ha dedicado buena parte de su trabajo al estudio de los agujeros negros. En su libro Historia del Tiempo explica cómo, en una estrella que se está colapsando, los conos luminosos que emite empiezan a curvarse en la superficie de la estrella.
Al hacerse pequeña, el campo gravitatorio crece y los conos de luz se inclinan cada vez más, hasta que ya no pueden escapar. La luz se apaga y se vuelve negro.
Si un componente de una estrella binaria se convierte en agujero negro, toma material de su compañera. Cuando el remolino se acerca al agujero, se mueve tan deprisa que emite rayos X. Así, aunque no se puede ver, se puede detectar por sus efectos sobre la materia cercana.
Los agujeros negros no son eternos. Aunque no se escape ninguna radiación, parece que pueden hacerlo algunas partículas atómicas y subatómicas.
Alguien que observase la formación de un agujero negro desde el exterior, vería una estrella cada vez más pequeña y roja hasta que, finalmente, desaparecería. Su influencia gravitatoria, sin embargo, seguiría intacta.
Como ocurrió en el Big Bang, también en los agujeros negros se da una singularidad, es decir, las leyes físicas y la capacidad de predicción fallan. En consecuencia, ningún observador externo, si lo hubiese, podría ver qué ocurre dentro.
Las ecuaciones que intentan explicar una singularidad, como la que se da en los agujeros negros, han de tener en cuenta el espacio y el tiempo. Las singularidades se situarán siempre en el pasado del observador (como el Big Bang) o en su futuro (como los colapsos gravitatorios), pero nunca en el presente. Esta curiosa hipótesis se conoce con el nombre de censura cósmica.
SAGITTARIUS B2 :LA NUBE QUE HUELE A RON Y FRAMBUESAS
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El espacio es materia de una impresionante serie de descubrimientos, y hoy toca el turno a la nube espacial Sagittarius B2, una integrante de la Vía Láctea que debido a su composición, debería tener, en teoría un conjunto de sabores y olores muy familiares: ron y frambuesas, respectivamente.
Las principales nubes espaciales de la Vía Lactea formadas principalmente por alcohol, Aquila y Sagittarius B2, fueron descubiertas en la década de los noventa y desde entonces se ha ido avanzando progresivamente en el conocimiento de su composición.
Aunque estas nubes en su mayoría poseen más elementos en común con una botella de Windex o un contenedor con anticongelante, hoy los amigos de io9 tuvieron el detalle lúdico de retomar dos de las composiciones más curiosas de la Sagittarius B2: su hipotético sabor a ron y su olor a frambuesas.
Con una extensión de 463.000.000.000Km y una cantidad inconcebible de litros de alcohol en ella, la Sagittarius B2 es una de las nubes de gas molecular más grandes de la Vía Láctea. Esta densa región se encuentra cerca del centro galáctico y es rica en diversas moléculas interestelares diferentes.
De acuerdo con la publicación, en sus elementos más esenciales, Sagittarius B2 se encuentra compuesta básicamente por ácido fórmico, el ácido carboxílico más simple, el cual al ser mezclado con eletanol que impregna a toda la nube forma esteres, también conocidas como "moléculas de olor" con un aroma frutal distintivo.
Esta combinación, en teoría, al ser probada sin los demás elementos que componen a la nube, tendría un sabor evocativo al vodka, a la par que su aroma poseería una fragancia similar a la de las frambuesas. Aunque claro, sería totalmente tóxica.
El artículo de io9 representa un abordaje curioso y manipulado sobre la Sagittarius B2, sin embargo también tiene mucho potencial como tema de conversación para las reuniones etílicas de este fin de semana.
EL QUASAR
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En una fotografía, un quasar se presenta con una apariencia estelar: su imagen es similar a la de una estrella común (46). Sin embargo, analizando detalladamente varios de estos objetos se pudo comprobar que pueden distinguirse ciertas peculiaridades a su alrededor (nebulosidades o "agregados"), que los diferencian notablemente de las estrellas y que sugieren una estructura bastante más compleja.
Su descubrimiento se debió a que los quásares son intensos emisores de radio ondas. Sin embargo, luego pudo determinarse que también son fuentes de Rayos X, radiación ultravioleta, luz visible y también infrarroja; en otras palabras, la emisión de radiación de los quásares resulta intensa en todo el espectro electromagnético.
Fue en 1963 cuando M. Schmidt identificó por primera vez al quasar 3C 273 como el objeto más alejado entre todas las galaxias conocidas en ese entonces: los cálculos lo ubicaron a unos 2.000 millones de AL (47). Posteriormente, se comprobó que elcorrimiento al rojo de todos los quásares es mayor que el de las galaxias conocidas; por lo tanto, se encuentran más distantes que cualquiera de ellas. Esta evidencia confirmaría que se trata de los objetos más lejanos del universo conocido.
El quasar más alejado observado hasta 1992 es el designado como PC1158+4635 (en dirección de la constelación de Osa Mayor); su distancia se ha estimado en los 10 mil millones deAL.
El débil brillo de los quásares indica, dada sus lejanías, que deben ser objetos extraordinariamente brillantes.
Se ha estimado que las dimensiones de los quásares probablemente no sean mayores que las del Sistema Solar, mientras que la radiación total que emiten excedería con creces a la que suministran más de100.000 millones de estrellas juntas: se trataría de los objetos másluminosos del universo.
Por otra parte, se especula que los quásares podrían representar un estado particular en el desarrollo y evolución de las galaxias: tal vez el de las primeras fases de su existencia como tales; el análisis de su emisión ha sugerido que el origen de la misma no es el resultado de la presencia de estrellas. La intensa energía proveniente de los quásares parece deberse a procesos diferentes a los estelares: se trataría de radiación que no depende de la T del cuerpo emisor (48).
Algo notable es que todos los quásares varían de brillo de manera completamente irregular, tanto en radio ondas como en la luz visible.
También se detectaron fuertes explosiones de Rayos X en los quásares; como ejemplo, en noviembre de 1989, el quásar PKS 0558-504 duplicó su radiación X en sólo 3 minutos. La cantidad total de energía emitida entonces iguala a la que emite el Sol en alrededor de 1 millón de años.
Como dijimos, sus brillos son muy débiles y para su identificación es necesario un cuidadoso análisis de sus espectros. Los desplazamientos de líneas observado s en ellos, como en las galaxias, representan el corrimiento al rojo debido a la expansión del univ erso. Sin embargo, algunos astrónomos sugieren otra posibilidad y como evidencia se han detectado quásares cercanos a galaxias, aparentemente conectados físicament e entre sí, y ambos con corrimientos al rojo totalmente diferentes.
Un estudio detallado de posibles interacciones entre quásares y galaxias ha mostrado que esas conexiones parecen no existir y por lo tanto aquello que se observa es una simple coincidencia de alineación aparente, visible desde la Tierra.
Existen quásares peculiares, como el par de objetos conocidos como PHL 1222; este sistema doble es la única evidencia de dos quásares tan juntos uno del otro. El corrimiento al rojo de PHL 1222 indica una distancia del orden de los 12.000 millones de AL y sus componentes tienen una separación de unos 100.000 AL. Las fotografías muestran que este doble quásar está rodeado por numerosos objetos débiles (posiblemente galaxias); de ser así, ambos quásares se encontrarían formando parte de un cúmulo de galaxias.
Una clase particular de quásares son los objetos conocidos como BL Lacertae, originalmente considerados como estrellas variables. Estos astros presentan la curiosa propiedad de que en sus espectros no aparecen líneas; por lo tanto, no es posible medir su corrimiento al rojo, algo que dificulta enormemente la tarea de determinar sus distancias. Se considera que los BL Lacertae son quásares relativamente pequeños, ya que lavariación de su luminosidad es rápida (del orden de una a dos semanas).
Indudablemente, debido a la distancia a la que se encuentran, los quásares son tal vez los objetos celestes más difíciles de estudiar. Y debe tenerse en cuenta que su lejanía es tanto espacial como temporal: hoy los vemos tal como eran hace miles de millones de años, cuando la luz que nos llega de ellos inició su largo viaje hacia la porción del espacio donde nosotros estamos.
Uno de los modelos cosmológicos más aceptados, sugiere que el universo tendría actualmente una edad cercana a los 15.000 millones de años; esto indicaría que los quásares más distantes son observados hoy, brillando tal como eran cuando el universo contaba aproximadamente, con sólo unos 1.000 millones de años de edad
Cuando se estudia cómo están distribuidos los quásares en el espacio, se halla que su número parece haberse reducido drásticamente con el transcurso del tiempo. En la época cuando el universo sólo tenía unos 2.000 millones de años de edad, los quásares parecen haber sido objetos mucho más abundantes de lo que son en la actualidad; aproximadamente, el máximo número de quásares se habría dado cuando el universo tenía un tercio de su dimensión actual.
Puede afirmarse entonces que en la era de los quásares(hace unos 11.000 millones de años) el objeto más cercano a la Vía Láctea habría estado a sólo 25 millones de AL; por lo tanto, habría brillado como una estrella visible a simple vista. En aquella época, los quásares habrían sido 1.000 veces más comunes que en la actualidad (en relación con las galaxias).
La pregunta que surge entonces es por qué desaparecieron los quásares? Y una posible explicación se relaciona con la disminución progresiva de su brillo, razón por la cual actualmente no serían visibles; es decir los quásares habrían evolucionado con el transcurso del tiempo.
Un análisis de la distribución de los quásares a diferentes distancias podría ofrecer una explicación de lo que ha sucedido con ellos. El enigma sobre el origen de los quásares y su posterior desaparición es bastante singular y se supone íntimamente ligada con la evolución de las galaxias.
46. Como estos objetos parecían estrellas, su primitiva denominación resultó de su primera designación como "objetos casi estelares". Posteriormente, se abrevió su nombre y se los comenzó a llamar simplemente quásares, (del latín, "quasi" y "stella", que juntos significan "semejante a una estrella").
47. En comparación, la galaxia de Andrómeda se encuentra a menos de 2 millones de AL de la Vía Láctea.
LAS NEBULOSAS ,FUENTES DE VIDA
Nebulosas

Esta fotografía del telescopio espacial Hubble muestra una de las nebulosas planetarias más extrañas descubiertas por el hombre, la NGC 6543, conocida popularmente como la Nebulosa ?Ojo de Gato? (1/1/95).
Nebulosas oscuras
Son nubes poco o nada luminosas, que se representan como una mancha oscura, a veces rodeada por un halo de luz. La razón por la que no emiten luz por sí mismas es que las estrellas se encuentran a demasiada distancia para calentar la nube. Una de las más famosas es la nebulosa de la Cabeza de Caballo, en Orión. Toda la franja oscura que se observa en el cielo cuando miramos el disco de nuestra galaxia es una sucesión de nebulosas oscuras.
Este tipo de nebulosas no son visualizadas de forma directa, sino, por contraste (detección de regiones oscuras) con una región estelar que se encuentre detrás de la nebulosa.
Nebulosas de reflección
Este tipo de nebulosas sólo reflejan la luz de las estrellas que se encuentran en sus cercanías, dichas estrellas por no ser lo suficientemente masivas (y por tanto calientes), no emiten la radiación ultravioleta necesaria para excitar el gas que forma la nebulosa y de este modo la nebulosa no puede emitir luz. Dicho de otra forma, los gases que componen la nebulosa se comportan como espejos.
Este tipo de nebulosas no son visualizadas de forma directa, sino, por contraste (detección de regiones oscuras) con una región estelar que se encuentre detrás de la nebulosa.
Nebulosas de reflección
Este tipo de nebulosas sólo reflejan la luz de las estrellas que se encuentran en sus cercanías, dichas estrellas por no ser lo suficientemente masivas (y por tanto calientes), no emiten la radiación ultravioleta necesaria para excitar el gas que forma la nebulosa y de este modo la nebulosa no puede emitir luz. Dicho de otra forma, los gases que componen la nebulosa se comportan como espejos.
Nebulosas de emisión
Son las nebulosas más comunes, en este caso los gases que componen a la nebulosa brillan (emiten luz) debido a la excitación que sufren por la intensa radiación ultravioleta de las estrellas que se encuentran en sus cercanías, las cuales son estrellas masivas y por tanto demasiado calientes. Un pequeño ejemplo sería un foco de luz (bombilla) convencional, para que este emita luz es necesario que circule por su filamento cierta cantidad de energía eléctrica, misma que elevará su temperatura (excitara los átomos que lo componen) hasta que comience a emitir radiación (luz y calor).
Las nebulosas de emisión asociadas a regiones de formación estelar (estrellas jóvenes) y nebulosas de emisión asociadas a estrellas moribundas o ya fallecidas, también llamadasnebulosas planetarias.
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Nibiru o el planeta X
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Breve historia sobre Nibiru
La historia de los Anunnaki es uno de los grandes misterios propuesto por los libros de Sitchin. Hace unos 450.000 años, Alalu, el gobernante de los Anunnaki en Nibiru, escapó del planeta refugiándose en la Tierra. Él descubrió que la Tierra tenía una gran cantidad de oro, necesario para Nibiru en la protección de su ambiente decreciente. Debido a la gran cantidad de oro en la Tierra empezaron a extraer oro, peros esto desencadeno una lucha política entre los Anunnaki por el poder. Alrededor de 300 mil años, en su necesidad de mano de obra, los Anunnaki decidieron crear una raza de trabajadores manipulados genéticamente basados en los primates del planeta. El resultado fue el Homo Sapiens, nosotros. Con el tiempo, la soberanía de la Tierra fue entregada a los seres humanos y a los Anunnaki, al menos por el momento. Esto es solo el principio de nuestra verdadera creación y que Sitchin relaciona los antiguos escritos sumerios con las historias de los primeros libros de la Biblia y las historias de otras culturas antiguas, especialmente la egipcia.
Por supuesto, la mayoría de los historiadores, antropólogos y arqueólogos consideran que todo se trata de un simple mito sumerio. Pero aunque los supuestos expertos afirmen que solo se trata de una transcripción errónea de la realidad, Sitchin “abrió los ojos” de muchas personas, que incluyen científicos que creen que Nibiru es toda una realidad.
¿Dónde se encuentra Nibiru y cuándo llegará?
En la actualidad, conocidos astrónomos afirman que existe el Planeta X en algún lugar más allá de la órbita de Plutón, explicando así las anomalías que se detectaban en las órbitas de Neptuno y Urano. El hallazgo fue publicado el 19 de junio 1982 en la edición del New York Times:
“Hay algo más allá de los confines del sistema solar que se encuentra entre Urano y Neptuno. Una fuerza gravitacional esta perturbando los dos planetas gigantes, provocando irregularidades en sus órbitas. Los equipos sugieren una presencia muy lejos y no visto, un objeto grande, el planeta conocido como X. Los astrónomos están tan seguros de la existencia de este planeta que ya lo han llamado “Planeta X”, el décimo planeta.”
El cuerpo anómalo fue visto por primera vez en 1983 por el IRAS (Satélite Astronómico Infrarrojo), según una publicación del Washington Post:
“Un cuerpo celestial, posiblemente tan grande como el planeta Júpiter y posiblemente muy cerca de la Tierra y que forma parte de este sistema solar ha sido descubierto en dirección a la constelación de Orión por un telescopio orbital del satélite astronómico infrarrojo de los Estados Unidos. El objeto es tan misterioso que los astrónomos no saben si es un planeta, un cometa gigante, una “protoestrella” cercana que nunca se calienta lo suficiente para convertirse en una estrella, una galaxia distante tan joven que todavía está en proceso de formación de sus primeras estrellas o una galaxia tan envuelta en polvo que ninguna luz emitida por sus estrellas se consigue ver a través.”
Pero todo no acaba aquí, los partidarios de Nibiru sostienen que el IRAS ha visto el planeta errante. En otro artículo publicado por el canal de noticias estadounidense MSNBC el 07 de octubre 1999, decía:
“Un misterio objeto gira alrededor del Sol. Dos equipos de investigadores han propuesto la existencia de un planeta invisible o una estrella fallida que circunda el Sol a una distancia de más de 3.200 mil millones de kilómetros, más allá de las órbitas de los nueve planetas conocidos… y un científico de la Universidad Abierta de Gran Bretaña, especula que el objeto podría ser un planeta más grande que Júpiter.”
Discovery News también hizo su propia afirmación sobre la existencia de Nibiru en julio de 2001:
“Un gran objeto descubierto en la órbita del sol. El descubrimiento se trata de un extraño objeto de color rojizo en la órbita de Plutón, que ha reavivado la idea de que puede haber más de nueve planetas en nuestro sistema solar. Los descubridores estiman que es más pequeño que nuestra Luna y podría tener una órbita alargada, pero no ofrecieron más explicaciones.”
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En 2012 varios medios de comunicación como la CNN, NBC, BBC o Al Jazeera informaron sobre la llegada de un misterioso planeta a nuestro sistema solar y que podría tener efectos devastadores. La CNN reveló que la propia NASA tenía evidencias sobre este acercamiento:
“Según filtraciones anónimas de empleados y científicos de la NASA, un asteroide llamado “Nibiru” va directo hacia la tierra, con posibilidades de hasta un 30% de colisión. Es comprensible que la NASA se mantenga en silencio por el momento para no incitar al pánico, y obtener todos los datos antes de hacer un comunicado oficial.”
Incluso muchos expertos afirman que el Vaticano está siguiendo la posición de Nibiru. El famoso Padre Malachi Martin afirmó que cierto departamento del Vaticano, a través de la investigación en su observatorio astronómico, está supervisando la llegada de algo que podría ser “de gran importancia” en los próximos años.
¿Qué efectos puede tener Nibiru sobre la Tierra?
Con la llegada de Nibiru a nuestro sistema solar tendría profundos efectos negativos en los demás cuerpos en órbita, incluyendo la Tierra. De hecho, la historia Anunnaki dice que Nibiru fue responsable de la “Gran Inundación”, que quedó registrada en el Génesis, en el que se extinguió casi toda la vida de nuestro planeta. Yendo aún más atrás, algunos investigadores sospechan que Nibiru incluso impactó contra la Tierra hace millones de años, creando así el cinturón de asteroides y dando lugar a las enormes océanos de nuestro planeta.
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Muchos expertos afirman que la Tierra se encuentra con grandes y catastróficos cambios como los relatados en la propia historia Anunnaki. Inundaciones, terremotos, erupciones volcánicas, cambio de polos y otras catástrofes naturales serán tan graves que “sólo unos pocos cientos de millones de personas van a poder sobrevivir”. Pero la atracción gravitacional de Nibiru podría incluso detener la rotación de la Tierra por tres días, citando los ya famosos “tres días de oscuridad” registrados en muchas profecías a lo largo de la historia. Pero al hablar de Nubiru es obligatorio citar las profecías de Edgar Cayce, quien predijo que la Tierra sufriría cambios monumentales además de un cambio de polos.
Los expertos creen que Nibiru se encuentra cerca, y es por este motivo que están ocurriendo los grandes desastres que sacuden nuestro planeta. Y no es para menos, ya que en los últimos meses hemos podido observar gran cantidad de objetos cayendo del cielo, además de una gran cantidad de asteroides y cometas que se acercan peligrosamente. Pero la realidad es que al igual que con cualquier tipo de predicciones, el tiempo será quien de la razón, aunque esperemos que no sea demasiado tarde.
Curiosidades de Universo
EL NEMESIS,EL HERMANO DEL SOL
EL NEMESIS,EL HERMANO DEL SOL
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De acuerdo con la teoría de Némesis, nuestro sol tendría una estrella compañera, a la que han bautizado Némesis. Poseería una amplia órbita que la llevaría a una distancia del Sol que varía entre 20.000 y 90.000 unidades astronómicas (entre 0,3 y 1,4 años luz). Hay que tener en cuenta que es una distancia muy grande: Plutón, el planeta más externo del Sistema Solar, está a una distancia del Sol "sólo" 39 unidades astronómicas.
El Sistema Solar es muy complejo y no sólo lo componen los planetas y sus lunas. Desde las 30 unidades astronómicas de distancia desde el Sol hasta más o menos 1.000 unidades astronómicas se extiende la llamada franja de Kuiper, en la que orbitan millones de desechos cósmicos. Más allá, ocupando un anillo ubicado entre las 10.000 y las 30.000 unidades astronómicas desde centro del Sistema Solar, hay otra acumulación de objetos celestes a la que se ha bautizado como Nube de Oort. Esta nube, compuesta principalmente de cometas, cubre más o menos medio año luz alrededor del Sol.
Némesis, la hipotética compañera del Sol, sería una estrella oscura (una enana marrón o negra) o quizás muy poco brillante, y por esta razón no habría sido reconocida por los astrónomos hasta hoy, aunque sí podría figurar en los catálogos sin que nadie haya notado nada peculiar. Una estrella tan cercana mostraría un detectable desplazamiento de su posición con respecto al resto de las estrellas, producido en muy poco tiempo.
El período orbital de Némesis sería de alrededor de los 30 millones de años (las mediciones no son exactas: dan entre 26 y 34 millones de años), y a este ritmo pasaría por las afueras del Sistema Solar, produciendo una perturbación en los cometas de la Nube de Oort. Al agitar miles —incluso millones— de objetos hasta desplazarlos de sus órbitas con su fuerza gravitatoria, causaría que muchos se dirijan hacia el interior del Sistema Solar. Algunos de estos objetos podrían caer a la Tierra, impactando como bombas nucleares, y produciendo daños y terribles cambios en el clima, tales como lluvias de polvo, oscurecimiento masivo, enfriamientos extremos y pérdida de ozono. La catástrofe no sería puntual: una vez iniciada, esa lluvia de cometas podría durar entre 100.000 a 2 millones de años, con un promedio de por lo menos diez impactos, en intervalos de hasta 50.000 años.
La teoría de Némesis ofrece una explicación para la periodicidad curiosamente regular que se observa en las extinciones masivas de seres vivos que ha sufrido la historia de nuestro planeta. Esta periodicidad fue evidenciada por un estudio científico publicado en 1984, poco tiempo antes de la aparición de la teoría de Némesis. Fue su inspirador. Al comienzo del 2000, dieciséis años después de su nacimiento, la teoría de Némesis ganó terreno cuando un equipo de distinguidos astrónomos de los Estados Unidos calcularon que la estrella oscura, si es que existe, podría ser un enana marrón. Ese mismo año John Matese, de la Universidad de Lousiana, estudió las órbitas de ochenta y dos cometas de la nube de Oort. De acuerdo a Matese, sus órbitas tienen algunos elementos en común que sólo se pueden explicar si estos cometas han sido influenciados por la atracción gravitacional de un objeto de varias veces el tamaño de Júpiter.
Los dinosaurios, extinguidos 65 millones de años atrás, parecen haber sido afectados seriamente por el impacto de un gran asteroide en la Tierra. Se detectaron señales en el área de la península de Yucatán que indican la existencia de un gigantesco cráter. Luis Alvarez, profesor emérito de física en la Universidad de California en Berkeley y ganador del Premio Nobel, fue quien observó y comunicó el hecho a la comunidad científica en la década del setenta. Curiosamente, en un principio se opuso de inmediato al paperde 1984 que presentaba el estudio estadístico de la periodicidad de las extinciones: él creía en los asteroides, pero cayendo azarosamente. Una discusión entre Alvarez y Muller inspiró la idea de la existencia de Némesis en este último, y ése fue el nacimiento de la teoría.
Parecería ser que el impacto de Yucatán fue el que produjo la desaparición de un noventa y cinco por ciento de las especies en la era de los dinosaurios. Luego hubo otros.
La última extinción ocurrió hace unos 11 millones de años, de modo que la próxima se debería producir dentro de más o menos 15 millones de años.
Evidencias que dan pie a la teoría de Némesis
Regularidad en el registro de las extinciones
La base de la teoría implica la aceptación de una regularidad en las extinciones masivas producidas en el registro de formas de vida de nuestro planeta. Quienes notaron esto fueron Dave Raup y Jack Sepkoski, dos respetados paleontólogos, cuando reunieron gran cantidad de datos de las extinciones que se detectan en el registro de los seres vivos (estratos de fósiles con enorme contenido de material) y obtuvieron la curva que se observa abajo.
Las flechas se han dibujado cada 26 millones de años. Como se puede observar, coinciden con la mayoría de los picos de extinción. Los dos períodos en los que no hubo extinciones podrían haberse dado porque, por azar, ninguno de los cometas desplazados en esos ciclos dio en la Tierra. El pequeño icono representando un dinosaurio marca el fin de la era de los grandes saurios. El artículo científico original que analiza la desaparición de familias de fósiles marinos fue publicado enProceedings of the National Academy of Science USA, vol 81, páginas 801-805 (1984).
Iridio en las capas fósiles
Otra evidencia de grandes impactos sobre el planeta es dada por el hallazgo de grandes concentraciones de iridio en las rocas fosilíferas. El iridio no es común en la corteza terrestre, pero sí lo es en los objetos extraterrestres como los cometas. Se han encontrado rastros de iridio en más de veinticinco sitios paleontológicos alrededor del mundo. Está presente en el registro de fines del Cretáceo y principios de la era Terciaria, que marca la época de la extinción de los dinosaurios. En la zona de piedra caliza fosilífera llamada "divisoria K/T" se puede encontrar una capa de arcilla roja que es 600 veces más rica en iridio que las todas rocas adyacentes. Esta capa fue encontrada en veinticinco sitios y se ha demostrado que proviene de un mismo origen, midiendo la concentración de otros elementos que acompañan al iridio, tales como renio, oro y platino. La concentración en todos los sitios de estos elementos es tan uniforme que sólo puede explicarse como proveniente del impacto un único asteroide o cometa.
Del estudio de estas concentraciones de elementos, se ha deducido que la cantidad de iridio presente provendría de un asteroide de unos 10 kilómetros de diámetro que se estrelló en la Tierra. Un impacto de esta magnitud produciría una enorme cantidad de polvo muy fino que se extenderían por la estratósfera, produciendo oscurecimiento y, además y como consecuencia, un fuerte enfriamiento del planeta, condición que crearía un entorno inhabitable para la mayoría de las criaturas de la época.
Análisis de los meteoritos
Otra línea de evidencia, no relacionada con efectos terrestres, se basa en la exposición a los rayos cósmicos que sufren los meteoritos en el espacio. Se puede determinar si un cuerpo ha estado expuesto a estas radiaciones midiendo la cantidad presente de cierto tipo de isótopos, como el Neón 21. Usando esta medición, se puede saber cuánto tiempo ha estado un meteorito en el Sistema Solar. Y se ha encontrado que los meteoritos creados por impacto de cometas han caído a la Tierra aproximadamente al mismo tiempo que las tres últimas extinciones masivas. Los meteoritos que han sufrido el impacto de un cometa tienen un alto contenido de hierro en forma de chronditas H. El hierro que contienen proviene del núcleo de asteroides o planetas que han sido golpeados por cometas. Se ha encontrado una correlación entre la presencia de chronditas H y las extinciones masivas.
Inversiones del campo magnético
Con el descubrimiento del paleomagnetismo, se ha agregado otra prueba a las evidencias que presenta la teoría de Némesis. Se ha analizado la hipótesis de que, al hacer impacto un cometa en la superficie de la Tierra, las altas temperaturas de la catástrofe evaporan gran cantidad de agua que luego, al producirse el enfriamiento masivo del planeta, se congelan en los polos. Debido a la conservación del momento angular, esta redistribución de masa es una agitación suficiente como para alterar el campo magnético terrestre. Se han producido inversiones geomagnéticas doscientos noventa y seis veces, cada aproximadamente treinta millones de años. Lo cual coincide con la teoría de la estrella mortal.
Descenso del nivel del mar
Otro efecto del congelamiento de grandes masas de agua es el descenso del nivel de los océanos. Se ha demostrado que esto ocurrió en la divisoria K/T.
Las estrellas binarias son comunes
Más del 50 % de las estrellas de nuestra galaxia son parte de un sistema binario, lo cual ayuda a apoyar la posibilidad de que nuestro Sol posea una estrella compañera, que posiblemente sea una enana marrón.
Qué se dice en oposición a la teoría de Némesis
Vulcanismo
Para explicar el enfriamiento masivo y repentino del clima del planeta causado por un oscurecimiento debido a la presencia de polvo en la estratósfera, se ha apelado a un hipotético incremento de la actividad volcánica. Sin embargo, no se explica de este modo la periodicidad detectada en las extinciones ni la existencia de capas de alto contenido de iridio en los registros fósiles.
Otra causa del desplazamiento de cometas
Aceptando que se hayan apartado grandes masas de su órbita en la nube de Oort y que éstas finalmente hayan impactado en la Tierra, se ha presentado una hipótesis alternativa según la cual nuestro Sistema Solar pasaría, en su movimiento alrededor del centro de la galaxia, por nubes gigantes de polvo molecular que podrían producir los desplazamientos orbitales. Sin embargo, este tipo de nubes están en un estado demasiado alto de dispersión como para que se produzca una fuerza gravitatoria suficiente.
El planeta X
Otra teoría introduce la existencia de un décimo planeta en el Sistema Solar, el llamado "planeta X", pero esta idea requiere la existencia de un disco interior en la nube de Oort, y los cálculos indican que esto no sería posible por problemas de estabilidad.
Velocidad de la extinción
Algunas personas argumentan que los dinosaurios no se extinguieron tan rápido como parece señalar la teoría de Némesis. Las especies fueron declinando lentamente, y no de repente, en una catástrofe. Sin embargo, la teoría de Némesis no implica necesariamente una extinción inmediata de la vida, ya que la teoría implica la existencia de varios impactos, y de distintos tamaños de cometas, de modo que algunas formas de vida podrían haber sobrevivido a los primeros golpes, pero no a los que les siguieron más tarde.
Órbita inestable
Otros hacen notar que la órbita elíptica que se propone para Némesis no podía mantenerse en el tiempo y que la estrella compañera se habría apartado para siempre, y hace mucho, del Sistema Solar. Pero los investigadores que han desarrollado la teoría de Némesis han dicho desde el primer momento que su órbita no se ha mantenido constante a lo largo del tiempo, y que esta estrella estaba antes más cerca del Sol. Otros objetos galácticos, una estrella errante, quizás, pueden haber producido una distorsión de la órbita de Némesis, haciéndola más amplia y menos estable. Una clara demostración de que esto es posible y que la órbita puede mantenerse por otros mil millones de años más fue publicada por Piet Hut en Nature, vol 311, pp. 636-640 (1984).
Variación del ritmo estadístico
Otro argumento en contra es que las extinciones, si bien son regulares, han tenido un ritmo que presenta un rango de variación de unos 4 millones de años, ya que el registro de las extinciones masivas tiene separaciones no absolutamente exactas, que varían entre los 26 y los 30 millones de años. Sin embargo, este aparente problema en la teoría se puede explicar por desviaciones breves de la amplia órbita de la estrella Némesis producidas por encuentros con otras estrellas errantes o con las nubes galácticas
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